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Carolina Herrera le escribe una carta de amor a Madrid


La Plaza Mayor de Madrid se convirtió en escenario de un encuentro inolvidable entre la moda y la ciudad. Bajo la dirección creativa de Wes Gordon, la colección Spring 26 de Carolina Herrera rindió homenaje a la capital española, celebrando su espíritu vibrante, sus contrastes y su belleza atemporal. Una pasarela que fue mucho más que moda: un manifiesto de estilo y emoción en el corazón histórico de la ciudad.


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La propuesta se desplegó como un caleidoscopio de formas y colores, donde los volúmenes escultóricos y las mangas dramáticas convivieron con una nueva mirada hacia los clásicos volantes y flores. La energía de Madrid inspiró una colección que late con la misma fuerza de sus plazas, calles y ritmos cotidianos, traduciendo en telas lo que la ciudad transmite en cada gesto.


Los tonos vibrantes dieron vida a las flores reinventadas, que parecían florecer en movimiento sobre la pasarela, mientras los cortes arquitectónicos dialogaban con la tradición del romanticismo español. Fue un equilibrio perfecto entre audacia y precisión, una sinfonía de siluetas que supieron capturar la esencia madrileña en clave contemporánea.


Con Spring 26, Carolina Herrera reafirma su capacidad de narrar historias a través de la moda: esta vez, un relato dedicado a Madrid. Entre la modernidad y la tradición, el desfile se consolidó como un tributo poético, demostrando que la moda no solo viste cuerpos, sino también ciudades y emociones.

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