Cada semana de la moda nos invita a reflexionar sobre lo que sucede en la industria,
desde nuevas propuestas a marcas y/o diseñadores que nos elevan a sus mundos
creativos para inspirarnos y jugar con la vestimenta.
Nos enfrentamos a una pandemia de la mano del coronavirus y el contexto cambia. La
moda como fenómeno coloca sobre la mesa todo aquello que se posponía: propuestas
alternativas respetando al medioambiente, claridad en la industria y “el poder
arreglarnos con lo que tenemos en casa”. Es más, uno de los primeros eventos que se
pudo llevar a cabo en el calendario fue la Copenhagen Fashion Week, cuya impronta
revela que las firmas sean sostenibles, cuidando desde los detalles hasta la puesta en
escena.
Este fenómeno que irrumpió nuestras vidas, nos mantuvo en casa impulsando
tendencias frescas, despojadas y cómodas. En el encuadre de dicho evento, tanto en los
desfiles como en el street style, lo que predominó fueron los vestidos con distintos
largos - lisos o estampados- y sueltos, con texturas ligeras y suaves. La sastrería sigue
en pie, pero esta vez vistiendo chalecos cortos junto a bermudas. Las nuevas
protagonistas: medias en distintas variaciones. Un ítem a destacar son las prendas que
denotan hiper-personalizacion de nuestra vestimenta/accesorios como el tie dye,
collares y pulseras hechas con canutillos en composé con accesorios dorados.
Se destacó la incorporación de modelos de edades superiores a las habituales.
En esta semana, una de las marcas que innovó fue Ganni, a través de la presentación de
un punto de información digital, donde se releva la colección con prendas recicladas en
colaboración con Levi’s.
Por: Ana Luz Torena
Fotos vía: Ganni, Henrik Vibskov, Stine Goya & Freya August
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