top of page

Joel Meyerowitz, un viaje por Europa y por sí mismo


La sala de exposiciones del Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa acoge hasta el 13 de julio la muestra Europa, 1966-1967, una producción del Museo Picasso de Málaga que forma parte de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2025. Con más de 200 imágenes que recorren diez países y miles de kilómetros, la exposición recoge un momento fundacional en la carrera de Joel Meyerowitz, quien a sus 28 años dejó una agencia de publicidad en Nueva York para lanzarse a un viaje transformador por Europa.

El resultado: 25.000 fotografías, una nueva forma de ver y una vida entera dedicada a la observación. “Solo la cámara puede captar el momento y arreglarlo. La cámara permite mantenerlo allí para poder volver a visitar ese segundo”, dijo Meyerowitz recientemente.


Ese segundo, ese instante fugaz, se convierte en algo eterno en sus imágenes: retratos, escenas callejeras, paisajes, la vida asomándose entre luces y sombras. Durante un año completo recorrió carreteras, pueblos, mercados, costas y ciudades, guiado por una curiosidad profunda por la naturaleza humana. “Yo quería entender el carácter humano mientras viajaba por Europa”, confesó. Una de las paradas clave de ese recorrido fue España. “Málaga… un día, y me quedé seis meses”, recuerda con humor y ternura. Allí trabó amistad con una familia flamenca, los Escalona, a quienes fotografió y grabó en sus espectáculos, una vivencia que marcaría su vínculo con el país durante décadas.


A través de sus imágenes, Meyerowitz revela una Europa en tránsito, compleja y vital. Si el blanco y negro era la lengua franca de la fotografía artística en los años sesenta, él fue uno de los primeros en hablar en color. Y no como adorno, sino como lenguaje. Sus fotografías no buscan el instante decisivo, sino algo más amplio y emocional: la apertura de lo cotidiano, lo ambiguo, lo profundamente humano. “Podemos observar algo y comprender algo sobre el misterio, la necesidad, la belleza, la tragedia, las cualidades humanas, en una fracción de segundo. Nuestra inteligencia, nuestro ojo y nuestro corazón se unifican de algún modo al reconocer que ese momento está ocurriendo y desapareciendo al mismo tiempo”.


Europa, 1966-1967 incluye copias de época y nuevas impresiones, en color y blanco y negro, organizadas por bloques geográficos y temáticos. Desde el Reino Unido hasta Corfú, pasando por Turquía, Italia, Francia, Alemania y especialmente España, el viaje de Meyerowitz se transforma en un juego visual, en una narrativa fragmentada de la experiencia de estar vivo. “Este viaje de un año es algo que todos conocemos de alguna manera. Creo que cada uno de nosotros tiene momentos en la vida en los que nos convertimos en nosotros mismos. Tenemos un momento de madurez en el que de pronto pasamos de una especie de inocencia a un estado de conocimiento sobre quiénes somos”.

Hoy, con más de 60 años de trayectoria, muchos de ellos ligados a España, y más de 350 exposiciones en todo el mundo, Joel Meyerowitz ha sido reconocido con el Premio PHotoESPAÑA 2025 por su contribución pionera a la fotografía contemporánea. Su uso del color en series fundamentales como Cape Light cambió para siempre la percepción artística del medio. Su obra forma parte de las colecciones permanentes del MoMA, el Metropolitan Museum of Art, la Tate Modern, el Centro Pompidou y el Rijksmuseum, entre otras instituciones. “Es un honor formar parte del linaje de fotógrafos que ha recibido este premio, con quienes me siento muy conectado. Creo que todos compartimos la visión de que la fotografía tiene un lenguaje, y el honor que supone haber aprendido a hablarlo”.


Mirar sus fotografías hoy es reencontrarse con la confianza en la mitad: entre la inocencia y la experiencia, entre el pasado y lo que está por venir. Es ver cómo, en un segundo apenas perceptible, la vida entera cabe en un encuadre.

Yorumlar


bottom of page