Maria Grazia Chiuri transforma Roma en un sueño de moda para Dior
- Julieta Rey
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura
El 27 de mayo de 2025, los jardines de la Villa Albani Torlonia en Roma se convirtieron en el escenario de un sueño orquestado por Maria Grazia Chiuri. La colección Dior Cruise 2026 no fue solo un desfile, sino un manifiesto poético, un “Bal de l’Imagination” donde la moda se fusionó con el cine, el teatro y el arte.

Inspirada en la figura de Mimì Pecci-Blunt, musa carismática del siglo XX con raíces en Roma, París y Nueva York, Chiuri construyó una narrativa íntima que entrelaza pasado y presente. Esta colección es, en palabras de la diseñadora, una síntesis autobiográfica de un instante: una "bella confusión", como aquella que Ennio Flaiano propuso a Fellini para su mítica película 8½.
El arte del disfraz para liberarnos
La colección explora el disfraz como un acto de liberación, un cruce entre lo real y lo espectral. Personajes vivos y fantasmas desfilan como en una farándula etérea, en una coreografía de amistad, historia y deseo.
Vestidos de encaje fino, chaquetas de inspiración militar con ribetes negros, chalecos tomados del vestuario masculino, y faldas largas acompañadas de levitas se mezclan en un lenguaje visual que rinde homenaje al pasado sin dejar de ser contemporáneo. Algunos diseños evocan las casullas litúrgicas, mientras que los vestidos cortos de terciopelo negro y rojo irrumpen como un guiño vibrante a las hermanas Fontana y su icónica creación para Anita Ekberg en La Dolce Vita.
Roma como mito personal
El blanco domina la paleta cromática, desplegado en múltiples texturas que oscilan entre lo denso y lo etéreo. Pero también hay destellos dorados, como en ese vestido de terciopelo que parece condensar el lujo en su forma más refinada.
Con esta colección, Chiuri reconstruye los mitos, los personajes y los paisajes de su ciudad, Roma, a través de una sensibilidad única. Un ejercicio de imaginación que celebra el cuestionamiento, la intuición poética y el realismo mágico como formas de resistencia y creación.
Entre la alta costura y el prêt-à-porter, Dior Cruise 2026 se revela como una constelación de afinidades estelares, donde cada prenda es un fragmento de historia, un gesto artístico y una puerta hacia lo onírico.
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