Negro, romanticismo y misterio: el código de Halloween
- Julieta Rey

- hace 1 día
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Este Halloween, Madrid se vistió de negro. En la segunda edición de la esperada fiesta de Halloween organizada por WOMO, los invitados demostraron que la verdadera tendencia no está en el disfraz, sino en la interpretación. Desde versiones modernas de Catwoman hasta guiños a la viuda negra clásica, la noche se llenó de personajes oscuros, sensuales y cinematográficos, cada uno con su propio manifiesto de estilo.

El negro se presentó en todas sus versiones: terciopelo, encaje, transparencias y cuero. Susana Molina y Guille Valle llegaron como un retrato gótico contemporáneo: ella, cubierta por un velo de encaje que evocaba la mística española; él, con camisa satinada y rosas negras en mano, un gesto teatral que resumía el tono de la noche.
Entre los asistentes, Dulceida, Madame de Rosa, Anabel Pantoja o Nagore Robles reinterpretaron la oscuridad desde la moda, más editorial que terrorífica, pero muy acertada. Las siluetas marcadas, las transparencias estratégicas y los detalles del maquillaje compusieron una atmósfera de sensualidad.
Halloween dejó de ser una excusa para disfrazarse y se convirtió en una pasarela de personajes que habitan entre la realidad y la fantasía. Este año, la tendencia fue clara: lo oscuro no se esconde, se estiliza. Y el negro volvió a recordarnos que sigue siendo el color de la noche, clásico y magnético.












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